Peritaje Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)

Noelia Garcia Guirao (Murcia)

Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL): Seguridad, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada.

Miembro con Carnet Profesional nº E-1476-25 de la A.P.P.J. (Asociación Empresarial de Peritos Judiciales)

Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)

Peritajes, Consultoría y Formación

Contacto: perito.prl.murcia@gmail.com




El Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) es una figura, dentro del marco de la Pericia Judicial, al servicio de la Administración de Justicia. Según se recoge en el artículo 335.1 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, el Perito es un experto en un determinado campo que, ante cuestiones planteadas por el juez o algunas de las partes, emite un dictamen en el que contesta a dichas cuestiones o emite su opinión profesional.



El cometido del perito es ayudar al juez a interpretar ciertos hechos o pruebas que requerirían conocimientos especializados para dicha interpretación y de los cuáles, el perito dispone. Su misión no es juzgar, ni establecer quién es o no culpable de algo. El perito, en su dictamen, solamente debe responder, de manera razonada, estructurada y comprensible, y con el aval de su preparación y experiencia profesional, a aquellas cuestiones que se planteen, de manera que ayuden al juez a dictar un veredicto, ya que éste carece del nivel de conocimientos y experiencia en determinadas y específicas materias, como es el caso de la Prevención de Riesgos Laborales.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Una empleada municipal denuncia el acoso laboral del expedáneo del PP en La Matanza

Fuente: laverdad.es
Fecha: 27/11/2011


El viernes dejó llorando el centro médico de la partida rural al ser, dice, «insultada», por la mujer de Esteban Ferrández, al que acusa de lanzarle «vejaciones y desaires» 

Con un ataque de ansiedad y llorando como una magdalena atravesó el viernes Carolina Almarcha las puertas del Ayuntamiento de Orihuela, en busca de ayuda y consuelo por parte de la Oficina de Coordinación de Pedanías del PSOE, que dirige Charo Oltra.
La empleada del Centro Médico de la pedanía de La Matanza se fue hasta el edificio consistorial para denunciar «los insultos y vejaciones», que según su propio testimonio recibió de la esposa del expedáneo de la partida rural, el popular Esteban Ferrández.
Carolina Almarcha, que lleva cuatro años trabajando como administrativa y responsable del despacho médico indicó que desde que los populares perdieron el gobierno municipal el pasado mes de mayo se han agudizado los «desprecios, desaires y faltas de respeto» por parte del que fuera delegado de la ahora exalcaldesa y presidenta local del PP, Mónica Lorente, durante la pasada legislatura.
Y matiza incluso que los insultos se han producido desde que ocupó el puesto en el centro médico a principios de la anterior legislatura. Además, Carolina Almarcha sostuvo entre sollozos que la situación ha ido a peor «desde que me ven que colaboro con Amparo»; Amparo Hernández es la nueva pedánea de La Matanza por designación de Antonia Moreno y tras el decreto de Alcaldía firmado por el alcalde, Monserrate Guillén, el pasado verano. En este sentido, la trabajadora del centro médico se siente acosada en el trabajo por parte tanto del pedáneo como de su familia, si bien no expresó en ningún momento su intención de denunciar la situación ante los tribunales de justicia.
Según Almarcha, que es natural de la pedanía de Desamparados, desde que llegó a La Matanza «en vez de estar protegida por mi pedáneo me sentí agredida y atacada por él», aunque el viernes, dijo, vivió la gota que colmó el vaso de su paciencia. Afirma incluso que, desde el primer día tanto el expedáneo Ferrández «como su mujer y otras personas cercanas a ellos me critican para intentar desgastar mi buena fama en el pueblo», insiste.
La empleada municipal sostuvo que el pasado viernes recibió un aviso del médico de que no podía acudir a la consulta por encontrarse enfermo; el doctor suele atender a los pacientes a partir de las 10.30 horas, por lo que afirma que pasó buena parte de la mañana transmitiendo el aviso a todas las personas que ese día tenían cita con el facultativo para que no esperaran; al mismo tiempo indicó que estaba dando citas para urgencias y otros asuntos de orden habitual en un despacho médico de pedanías; al llegar la mujer del pedáneo, dice la trabajadora del centro, le transmitió la misma información si bien se extrañó Carolina Almarcha porque «esta mujer nunca viene aquí ya que debe tener algún seguro privado, o algo por el estilo», supuso.
En todo caso, Almarcha indicó que desde ese momento «me habló mal, se dirigió a mi con desprecio», y relató que «la mujer me reprochó que yo criticaba a su marido o que yo iba diciendo que el su marido había tirado al médico anterior, hasta que me insultó, me dijo tonta y me trató con todo el desprecio del mundo». En este sentido, Carolina Almarcha se desvinculó de cualquier afiliación política, y aclaró que no se ha significado «jamás» por ningún partido político. Matizó la empleada municipal que está a cargo de su hijo y que «no va a permitir que nadie le toque su empleo del que también vive ella y su hijo».

 

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