Fecha: 15/11/2011
Los pacientes reclaman al sistema público el reconocimiento de las dolencias de sensibilización central
La fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, el de  sensibilidad química múltiple y la electrohipersensibilidad. Algunos  nombres sonarán más, de otros probablemente será esta la primera vez que  los leen o escuchan. Todas son patologías tremendamente crueles,  silenciosas, perennes y lo peor de todo, por ahora incurables, pese a  los esfuerzos investigadores que se llevan a cabo en busca de un  tratamiento que se hace de rogar en demasía. Forman parte de las  denominadas enfermedades de sensibilización central. Son dolencias que  incapacitan personal y laboralmente a quienes las padecen. Condicionan  sus vidas. El día 12 de cada mes, afectados y sus allegados se  manifiestan en España e incluso en el extranjero.  
Aquí luchan frente a las «denegaciones sistemáticas del  Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) respecto a los  expedientes que se presentan para valorar las incapacidades laborales»,  según argumenta la carta con la que este colectivo intenta llamar la  atención sobre su situación y sumar adhesiones para reclamar al Estado  la igualdad de trato para estas enfermedades respecto al resto de males  crónicos e invalidantes. 
  Una vida tras la mascarilla  
La segoviana Mercedes Escudero sufre sensibilidad química  múltiple en grado severo. Apenas puede alargar la exposición del  calvario que atraviesa desde que le diagnosticaron la dolencia en el año  2005. A pie de calle, se retira por un instante la mascarilla que la  protege de todos los peligros que acechan su salud y lanza su mensaje.  
La simple combustión de los coches, el jabón, un perfume,  la lejía... la exposición a la enorme variedad actual de productos  químicos que forman parte del desarrollo habitual de la vida cotidiana  son susceptibles de desencadenar una reacción de la enfermedad. Por eso  se cubre y no prolonga sus explicaciones y demandas. 
Pero sí deja clara una reclamación, la principal, la que  cada día 12 le lleva a concentrarse ante la sede de la Seguridad Social:  pide el reconocimiento de estas enfermedades. «Los enfermos se  encuentran desprotegidos en el sistema sanitario y social de este país.  Se necesitan tanto medidas sanitarias como administrativas para que los  afectados no queden sin cobertura e indefensos ante una situación de  incredulidad y desinformación por parte de los equipos de valoración»,  demanda el documento instando al director general INSS.
 
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