UGT ha elaborado una guía sobre “Los riesgos psicosociales en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Guardia Civil y Policía Nacional” que demuestra la necesidad de profundizar en el conocimiento de estas situaciones y, sobre todo, la necesidad de establecer medidas preventivas para evitar estos riesgos. El coste para la salud, el coste social y económico de los mismos se evidencia en una reciente sentencia del Tribunal Supremo que ha condenado a la Administración General del Estado a pagar 130.000 euros por no haber prevenido el acoso laboral a un guardia civil, que ha sido declarado “inútil permanente para el servicio”. Este guardia civil recibirá de por vida una pensión extraordinaria de casi 3.000 euros, que se irá actualizando.
El sindicato advierte sobre la tendencia alcista de los riesgos psicosociales en la Administración y empresas públicas, especialmente en los empleados del Estado que se dedican a la Seguridad, guardias civiles, policías nacionales, etc. Algo similar a lo que ocurre en Francia, donde los riesgos psicosociales en la función pública crecieron entre un 5 y 6% en los últimos años.
UGT ha elaborado un estudio sobre los distintos factores que inciden en la existencia de riesgos psicosociales en la Guardia Civil y la Policía Nacional. Factores que tienen que ver con la organización del trabajo, el clima laboral, el liderazgo, el factor de percepción y desarrollo, las exigencias emocionales y las relaciones laborales, y el estado de salud vinculado al trabajo. Asimismo, se analiza la conciliación de la vida laboral, familiar y social, y la relación con el trabajo a turnos o nocturno.
Sobre todos estos factores se han realizado encuestas a guardias civiles y policías nacionales. Así por ejemplo, respecto al clima laboral, un 62% de los guardias civiles reconocen que la información que obtienen de los superiores sólo se reduce a recibir órdenes y el 72% manifiesta que carecen de apoyo psicológico tras haber sufrido una situación grave, como un atentado terrorista. Además, el 94% considera que la organización nunca reconoce ni premia los esfuerzos que los trabajadores hacen.
Respecto a la organización del trabajo, los policías nacionales que participaron en el estudio reconocen que realizan su actividad laboral con unas condiciones de trabajo deficientes que pueden fomentar el estrés.
Las distintas situaciones pueden provocar, ocasionalmente, patologías físicas (problemas digestivos, afecciones cardiovasculares) y psicológicas (pérdida de autoestima, dificultades de concentración, depresión, ansiedad y cambios de humor, entre otros).
En definitiva, los resultados de las encuestas alertan sobre la necesidad de poner remedio a unas patologías que nos pasan inadvertidas pero pueden tener un alto coste social.