Fecha: 27/11/2011
Según las cifras oficiales, en el último año se registran 545 siniestros 'in itinere' con baja obligada para el accidentado
Se trata de una de esas frases hechas, repetidas, pero que no pierden vigencia . «Uno sale de casa para ganarse la vida, no para perderla», proclaman los dirigentes sindicales cada vez que se produce una desgracia 'en el curro'. ¿Qué está pasando? Que la muerte, siempre traicionera e inoportuna, llega muchas veces antes de que el trabajador ponga el pie en la empresa. Son los denominados accidentes 'in itinere', que a todos los efectos tienen la consideración de siniestros laborales. Según CC OO-Jaén, el número de incidentes de este tipo, los que ocurren en los trayectos de ida y vuelta entre el domicilio y el centro de trabajo, se están incrementando de forma alarmante. Desde luego, las estadísticas que elabora la Dirección General de Seguridad y Salud Laboral, dependiente de la Consejería de Empleo de la Junta, reflejan que, en efecto, hay motivos sobrados para la preocupación. Entre junio de 2010 y junio de 2011, por tener la referencia de un año completo, se registraron 545 en la provincia, lo que arroja una media de 1,5 al día. Es cierto que, afortunadamente, no se computa ninguno con resultado de fallecimiento, pero sí que hubo dieciséis de carácter grave y 529 leves. Todos, en cualquier caso, conllevaron parte de baja.
Una pequeña tregua
La tendencia es hacia arriba, aunque es cierto que en el caso de Jaén los números oficiales muestran una mejoría interanual, una reducción que, a juicio de la secretaria de Salud Laboral de CC OO-Jaén, Isabel Delgado, estaría relacionada con la menor actividad en la construcción, un sector que normalmente implica una alta tasa de desplazamientos entre los municipios de residencia y los lugares en los que se ejecutan las obras. «Se están haciendo muchas menos viviendas, pero es que la inversión pública, que también obligaba a constantes traslados, ha caído en picado». Así es. Entre abril y junio, por ejemplo, la licitación por parte del conjunto de las administraciones (estatal, autonómica y local) disminuyó un 29,8 por ciento, hasta los 431 millones.
Isabel Delgado afirma que «estamos ante un problema que tiende claramente a agravarse». A su juicio, varios factores están influyendo de forma negativa, «aunque todos se relacionan con la mayor precariedad debido a la crisis». «La falta de empleo está imponiendo una mayor movilidad», apunta Delgado, quien agrega que «la gente está dispuesta a hacer los kilómetros que haga falta, lo que también aumenta el riesgo de tener alguna incidencia al volante». «Los salarios son cada vez más bajos y a muchos les resulta prácticamente imposible alquilar una habitación o un piso para evitar el desacarreo y los peligros de estar de allá para acá, asumiendo un coste que, a pesar de todo, es inferior al de un arrendamiento», sostiene Delgado.
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