Fecha: 13/10/2011
Un elevado porcentaje de empresas vascas del sector presentaba irregularidades en materia laboral al ser revisadas por Osalan
Un elevado porcentaje de empresas vascas del sector de la construcción presentaba irregularidades en materia laboral cuando fueron revisadas por la Inspección de Trabajo o por Osalan, según un informe del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales al que ha tenido acceso este diario.
En concreto, los servicios de inspección cumplieron el pasado año un total de 4.410 órdenes de servicio en otras tantas empresas -prácticamente todos los centros de trabajo son revisados- que dieron como resultado 266 actas de infracción por un importe de 869.351 euros, a la vez que se liquidaban cuotas con la Seguridad Social por más de 1,1 millones euros. Además, se encontraron deficiencias en las empresas en 1.567 ocasiones, que fueron requeridas para su subsanación. En dos ocasiones las irregularidades detectadas fueron tan graves que la Inspección procedió a paralizar las obras en el mismo momento de la revisión.
De temporal a indefinido
La labor de los inspectores de Trabajo se refiere sobre todo a las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, pero también a la verificación del cumplimiento de las obligaciones en materia laboral, de extranjería y de Seguridad Social. De ahí que otro de los controles realizados fuera el de la legalidad de los contratos de trabajo. Esto se hizo en 12.364 casos, con el resultado de la transformación de un centenar de contratos temporales en indefinidos.
La intensidad de los servicios de inspección se mantuvo pese a la caída de la actividad en el sector, señala el documento del departamento que dirige Gemma Zabaleta, ya que se trata de un sector con elevado riesgo de accidente y, con la crisis, con mayores posibilidades de incumplimiento de la normativa laboral.
Fuentes del Gobierno Vasco apuntan que desde las inspecciones provinciales «se han venido desarrollando reuniones con los agentes sociales para analizar las circunstancias del sector, y también poner de manifiesto supuestos incumplimientos de las normas laborales, que se han traducido en actuaciones de vigilancia y control llevadas a cabo tanto en las jornadas y horarios habituales, como en fines de semana».
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