Fecha: 14/10/2012
El Juzgado de lo Penal número 2 de Albacete juzgará el 
martes día 16 a dos hombres acusados cada uno de ellos de un delito 
contra los derechos de los trabajadores y de otro de lesiones por 
imprudencia. 
El fiscal pide una pena de un año de cárcel para cada uno
 de los acusados. Asimismo solicita que estos indemnicen solidariamente a
 la víctima con 6.800 euros por secuelas y con 37.000 por lesiones. De 
dicha cantidad responderá directamente la aseguradora Catalana Occidente
 y subsidiariamente la empresa de las que los dos inculpados son 
coadministradores y encargados de una fábrica de muebles de ésta. 
En 2008
Los hechos que ahora se juzgan ocurrieron, según el 
escrito de acusación del Ministerio Fiscal, en torno a las 17.30 horas 
del 7 de septiembre de 2008 cuando un peón de la fábrica, «al cual no se
 le había facilitado la formación suficiente en materia de prevención de
 riesgos ni en el manejo de una máquina tupí fresadora», introdujo su 
mano en el interior de la maquinaria en cuestión. El trabajador sufrió 
una amputación de cuatro dedos de la mano derecha. 
Para sanar de sus heridas la víctima requirió una 
intervención quirúrgica y tardó en curarse un total de 89 días, de los 
cuales permaneció hospitalizado durante cuatro. En el escrito de 
acusación se indica que la máquina carecía de advertencias del riesgo de
 corte, señal de protección ocular y de advertencia acústica. Tampoco 
contaba, según el fiscal, con un libro de instrucciones en castellano o 
de mantenimiento y registro. 
Plan
Se apunta igualmente que el plan de prevención de riesgos
 laborales, del que eran perfectamente conocedores los acusados, no 
contaba con una completa evaluación sobre métodos de trabajo con la tupí
 fresadora, ni contemplaba la obligación de parar la máquina para 
realizar manipulaciones de la misma durante el trabajo.
El fiscal manifiesta también que dicha maquinaria no 
podía ser utilizada por los trabajadores que no tuviesen en ese momento 
la categoría de tupista de primera o tupista de segunda «pues se trataba
 de una máquina para cuyo seguro y correcto manejo se exigía una 
especial cualificación». 
Categoría con la que no contaba la víctima que estaba 
empleado en calidad de peón. Pese a no contar con esta cualificación ni 
haberle facilitado formación suficiente en prevención de riesgos y en el
 manejo de la tupí, el fiscal afirma que los acusados, que conocían 
estas cuestiones, encomendaban al trabajador funciones propias de 
oficial. 
Entre las funciones a las que hacía frente el trabajador se hallaba la utilización de la máquina fresadora en cuestión. 
 
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