Peritaje Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)

Noelia Garcia Guirao (Murcia)

Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL): Seguridad, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada.

Miembro con Carnet Profesional nº E-1476-25 de la A.P.P.J. (Asociación Empresarial de Peritos Judiciales)

Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)

Peritajes, Consultoría y Formación

Contacto: perito.prl.murcia@gmail.com




El Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) es una figura, dentro del marco de la Pericia Judicial, al servicio de la Administración de Justicia. Según se recoge en el artículo 335.1 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, el Perito es un experto en un determinado campo que, ante cuestiones planteadas por el juez o algunas de las partes, emite un dictamen en el que contesta a dichas cuestiones o emite su opinión profesional.



El cometido del perito es ayudar al juez a interpretar ciertos hechos o pruebas que requerirían conocimientos especializados para dicha interpretación y de los cuáles, el perito dispone. Su misión no es juzgar, ni establecer quién es o no culpable de algo. El perito, en su dictamen, solamente debe responder, de manera razonada, estructurada y comprensible, y con el aval de su preparación y experiencia profesional, a aquellas cuestiones que se planteen, de manera que ayuden al juez a dictar un veredicto, ya que éste carece del nivel de conocimientos y experiencia en determinadas y específicas materias, como es el caso de la Prevención de Riesgos Laborales.

lunes, 27 de febrero de 2012

Expertos ligan el aumento de los casos de 'mobbing' en la empresa con la crisis

Fuente: eldiariodecordoba.es
Fecha: 26/02/2012

Aseguran que es "una epidemia que va a más" y que en Córdoba podría afectar a alrededor de 55.000 personas · Los agentes de los cuerpos de seguridad, seguidos de los funcionarios, son los empleados que padecen más episodios de acoso laboral.

La crisis económica -en el caso de Córdoba más acuciante que en otras provincias españolas por la elevada tasa de desempleo que ha acarreado- figura como una gran aliada del mobbing. Así lo ha puesto de manifiesto la coordinadora laboral del Sindicato Médico de Córdoba (Simec), la doctora Pilar Bartolomé, al dar a conocer el resultado de una investigación que ella misma ha dirigido y donde ha tomado como referencia estudios que se han realizado fundamentalmente entre los años 2000 y 2011.

La responsable del Simec apunta que los periodos de crisis "siempre van relacionados con una bajada importante de los accidentes laborales y un incremento muy considerable del acoso laboral". A este respecto, la médico lamenta que en Córdoba, y en el resto de España, "se ha cumplido la máxima y cada día son más las personas que engrosan el listado de acosados en los trabajos".

La definición de mobbing, o acoso laboral, arroja pocas dudas sobre este "asedio en grupo" convertido en los últimos años en uno de los principales problemas que se padecen en el ámbito laboral. Comprende tanto esa acción de "un hostigador que conduce a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador afectado, como el efecto o la enfermedad que produce en el empleado". En esta situación se encuentra en torno al 22% de los trabajadores de la provincia de Córdoba, tanto de empresas públicas como privadas. Según la facultativa, este acoso es una "epidemia que va a más" y que sólo en la provincia cordobesa se encamina hacia los 55.000 casos y que en la totalidad de España suma alrededor de dos millones de personas que padecen o han padecido mobbing en su trabajo. Según el estudio de Bartolomé, que se vale de parámetros de medida de "asedio" ya empleados por Leymann y Cisneros, los profesionales afectados en mayor medida son, en primer lugar, los de los cuerpos de seguridad locales y estatales. Este grupo incluso tanto a los agentes de la Policía Local como a los del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. Le siguen los funcionarios y empleados públicos, que tienen una incidencia superior al 20%.

La doctora Bartolomé, en su investigación, afina además la puntería al describir a los hostigadores y a las víctimas. De los primero puntualiza que "suelen ser mandos incompetentes, inseguros y torpes que usan el ataque como una forma defensiva de dirigir". De los acosados apunta que "suelen ser personas brillantes, sensibles, con buen espíritu de sacrificio, que les gusta empatizar". Señala asimismo al hecho de que el "jefe jerárquico" que incurre en el asedio al empleado "intenta crear un ambiente de desprestigio profesional, una labor a la que se suelen apuntar los demás para estar alineados en el lugar del jefe y no sean objeto de su ira".

El estudio que ha hecho público la coordinadora de este departamento del Simec se ocupa asimismo de las fórmulas más repetidas que sufre la víctima del mobbing. La más frecuente, según la doctora Bartolomé, es que el hostigador -jefe en la mayor parte de los episodios- deje sin ocupación a la víctima sin causa alguna que justifique esta decisión. Al acoso laboral también se llega dejando incomunicado al empleado, insultándolo o menospreciándolo repetidamente, ocupándolo en tareas "inútiles", difundiendo falsos rumores sobre su vida privada o trabajo y reprendiéndolo delante de otras personas. El objetivo del hostigador, según la médico, es "generar un estado de aislamiento en la persona a la que se acosa".

El mobbing o acoso laboral, sin embargo, no suele quedarse en la serie de episodios de asedio y hostigamiento que sufre un empleado en su puesto de trabajo. La facultativa cordobesa habla asimismo de una "huella permanente" en un elevado porcentaje de los casos que abordan los especialistas en la materia. Esa huella a la que se refiere la doctora Bartolomé puede desembocar en el padecimiento de enfermedades como la ansiedad, la depresión y los dolores somáticos, asociados a la angustia y la percepción de malestar continuo.

La autora de la investigación no pasó por alto que las enfermedades que se derivan del acoso laboral al que se enfrentan -o se han enfrentado- casi uno de cada cuatro trabajadores cordobeses pueden desembocar en una baja médica. "Es obvio que si se enferma el empleado entre las consecuencias para la empresa a la que pertenece, ya sea pública o privada, está la pérdida de la productividad, ya que deja de disponer del trabajador en cuestión", puntualiza la responsable del Simec.

Para concluir, la médico cordobesa abordó también aspectos relacionados con la legislación vigente y las posibles sanciones que pueden aplicarse a quienes incurren en mobbing. Recuerda que desde junio del pasado año existe un protocolo de actuación aprobado por parte del Gobierno central y destaca que a los acosadores "les pueden caer penas de cárcel de hasta tres años de duración" y que también puede haber sanciones económicas para estos hostigadores.

Al circunscribirse al ámbito regional, y más concretamente al de Córdoba, la doctora Bartolomé reivindica que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) "aplique los mismos protocolos de actuación que tiene en los casos de agresiones físicas para los acosos laborales". A este respecto, añade que ha de haber una Mesa de Acosos que se ocupe de este tipo de episodios que sufren los trabajadores de una forma cada vez más frecuente y matiza que en comunidades autónomas, como la de Navarra, "ya se han dado algunos pasos y tienen más avanzado la puesta en marcha de estos protocolos de actuación".

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