Fecha: 27/05/2011
Con cinco millones de parados, quejarse del trabajo puede llegar a ser una ofensa si la protesta la escucha un demandante de empleo. Pero a veces mata y otras muchas enferma. Así lo pone de manifiesto el estudio 'La carga de enfermedad atribuible al trabajo y su coste sanitario en el País Vasco', elaborado por el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales (Osalan). Se trata del primer informe que se realiza en España con la finalidad de saber cuántas personas sufren algún tipo de dolencia directamente relacionada con el empleo que desempeñan.
En los cuatro primeros meses de este año, 1.142 vascos han padecido alguna enfermedad profesional, es decir, así tipificada por la legislación y, por ello, incluida en un listado del Ministerio de Trabajo. De estos 1.142 empleados, 359 (el 31%) cogieron la baja. A estos nueve trabajadores diarios hay que añadir otros 488 que también han acudido al médico y cuya enfermedad se sospecha que puede tener un origen profesional.
El informe fue presentado ayer por la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, y por la directora de Osalan, Pilar Collantes, como acto previo a la jornada que sobre esta materia se celebrará hoy en Bilbao. Ambas coincidieron en señalar que el primer estudio de estas características pretende ser una «herramienta potente» para definir las políticas y establecer planes de prevención «a la carta, comarca a comarca», además de para dar «visibilidad» al problema.
Y es que las enfermedades profesionales tienen un coste sanitario de 106 millones de euros al año (datos de 2008), lo que supone el 3,3% del gasto sanitario público vasco. Casi 55 millones corresponden a atención especializada, 22,6 a la primaria y los 28,5 millones restantes a farmacia. Zabaleta recordó que este gasto fue asumido por la Sanidad pública, cuando el desembolso «también debería correr a cargo de empresas y mutuas». Por ello, la consejera del PSE es partidaria de establecer una interlocución con las mutuas para definir la responsabilidad de cada cual y «asumir el grado de corresponsabilidad» en esta materia.
Además de los datos referidos a este año, Osalan analiza la evolución de las enfermedades profesionales declaradas en el País Vasco desde 1990 hasta 2008. En este periodo, se han notificado 33.547 casos, de los cuales el 71% corresponde a hombres. En el primer ejercicio solo figuran 339 pacientes, algo lógico ya que la preocupación por la salud laboral era casi inexistente. El máximo de casos registrados en un año -3.259- se dio en 2006. Según Pilar Collantes, el 99% de las dolencias fueron leves .
En función del diagnóstico, el 85% de las enfermedades profesionales está causadas por agentes físicos y afectan sobre todo al aparato locomotor o bien son hipoacusias (baja audición) y también nódulos de las cuerdas vocales, afección típica de los profesores.
Tipologías
El estudio de Osalan también permite dibujar un mapa de Euskadi las en función de las dolencias. Como es lógico, la mayoría de ellas se dan en las zonas de concentración de la actividad económica, esto es: las comarcas del Gran Bilbao, la de San Sebastián y la de Vitoria. Así, municipios como Legazpi, Elduayen, Ezkio-Itxaso y Zegama, en Guipúzcoa, o los vizcaínos de Berriz, Ermua y Nabarniz tienen las tasas más altas de enfermedad vinculada al trabajo.
Según la tipología, Eibar y Basauri destacan en el apartado de mayor número de dolencias motivadas por agentes químicos. Mientras, Ermua, Legazpi y Rentería destacan entre las enfermedades de origen físico, y Sestao, en las causadas por agentes biológicos.
Por dolencias, la mayoría de los problemas respiratorios se dan en las comarcas de Donostialdea, Gohierri, Cuenca del Urola, Durangaldea, Gueñes, Trapagarán y polígonos de Vitoria. De los 705 casos notificados, 350 son de asma, la mayoría en Guipúzcoa.
En cuanto al cáncer, Osalan señala que solo en 2007 y 2008 se han notificado 15 casos, 4 de ellos en mujeres.
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